El Año Nuevo Chino, también conocido como Año Nuevo Lunar o Fiesta de la Primavera, es una de las festividades más importantes en China y cada año representa grandes desafíos logísticos tanto para las empresas como para los transportistas.
La celebración se realiza en varios países de Asia como China, Vietnam, Singapur, Malasia, Filipinas, Indonesia y Corea del Norte y del Sur. Generalmente se celebra una gran cena de reunión familiar en la víspera del Año Nuevo Lunar, que este año comenzó el 9 de febrero, con el festival principal siendo el 10 de febrero; serán 15 días de celebraciones que culminarán con el Festival de los Faroles el 24 de febrero.
Los preparativos comienzan tres semanas antes con importantes interrupciones en la cadena de suministro ya que la producción de las fábricas se ralentiza, las operaciones se limitan, los horarios de planificación sufren modificaciones y el transporte se retrasa. Esto debido a que los trabajadores viajan de regreso a sus lugares natales para celebrar con sus familias. Las fábricas y las operaciones portuarias vuelven a sus niveles normales entre cuatro y seis semanas después de la celebración.
TRES FORMAS EN LAS QUE IMPACTA EL AÑO NUEVO CHINO A LA CADENA DE SUMINISTRO
- Antes de la festividad aumenta la demanda del transporte marítimo, ya que las empresas adelantan sus necesidades. Esto provoca falta de disponibilidad de contenedores, además, la congestión en los puertos se hace presente.
- A consecuencia de lo anterior se pueden apreciar tarifas infladas en fletes y recargos adicionales, ya que el volumen de carga es alto.
- Finalmente está la escasez de contenedores vacíos y buques para exportaciones ya que la creciente demanda global crea un efecto dominó.
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