Durante el Año Nuevo Chino, las celebraciones se extienden hasta por dos semanas y gran parte de las fábricas en China cierran por completo, incluso, muchas reducen su capacidad de producción semanas antes. Esto genera interrupciones considerables en las operaciones logísticas y en el comercio internacional, afectando tanto a importadores como a exportadores que dependen de los productos y servicios de esta región.
Acumulación de pedidos
Uno de los principales efectos del Año Nuevo Chino es la acumulación de pedidos antes de que inicien las festividades. Muchas empresas se organizan para adelantar sus solicitudes y con ello garantizar el abastecimiento durante el período de cierre; esto genera una sobrecarga en las fábricas y un aumento en los tiempos de producción.
Posterior a las festividades, se presenta otro factor crítico: el impacto en la recuperación. Una vez finalizadas las celebraciones del Año Nuevo Chino, las fábricas no retoman su capacidad de producción completa inmediatamente. Esto puede ocasionar que se prolonguen los tiempos de espera, así como generar retrasos adicionales en la entrega de productos y afectar los cronogramas de las cadenas de suministro globales.
Gestionar las interrupciones y garantizar la continuidad operativa
Es crucial que las empresas planifiquen todas estas cuestiones para estar preparados, adoptando medidas como: adelantar pedidos, aumentar inventarios estratégicos y mantener una comunicación constante con los proveedores. Asimismo, es importante diversificar las fuentes de suministro cuando sea posible, para no depender exclusivamente de China durante este período crítico. También es crucial el uso de tecnologías que ofrezcan visibilidad de los envíos en tiempo real y la implementación de herramientas de análisis predictivo.
Si te interesa esta tipo de temas de comercio internacional y logística, te invitamos a consultar constantemente nuestro blog, en donde podrás encontrar información de utilidad al respecto.
