La celebración del Año Nuevo Chino podría sumar una problemática más a la situación actual que se vive en el mar Rojo, según la opinión de algunos expertos en el campo que asistieron a la jornada “Transporte marítimo internacional: ¿Qué nos espera en 2024?” celebrada en enero en Barcelona. Se advierte que la crisis en las cadenas de suministro podría agudizarse con el paso de la celebración asiática.
Actualmente, existe una crisis logística en el estrecho del mar Rojo debido al desvío de barcos de mercancías para evitar los ataques de los hutíes del Yemen; el conflicto político entre Israel y Palestina ha impactado en la cadena de suministro global. Desde el 19 de noviembre de 2023 ha habido ataques que han desviado a más de 350 buques de 18 navieras, los cuales han incrementado su trayecto en más de 6 mil kilómetros al tener que rodear el Cabo de buena Esperanza. Y se espera que esta situación se alargue durante todo el año 2024, impactando mayormente el sector de la automoción, de la industria en general y el de la alfalfa.
Bajo este contexto, las semanas posteriores al Año Nuevo Chino se verán manifestadas en mayores retrasos y precios más caros de las navieras al producirse una mayor demanda tras la disminución de la producción en China y debido al hecho de que se alarga el tiempo de viaje de los barcos al tener que desviarse.
Se espera que la sobredemanda que se genera antes y el después de la celebración se manifieste a finales de febrero y principios de marzo, con alza de precios de los fletes y escasez de contenedores. Sin embargo, también se ha hecho especial énfasis en que este conjunto de situaciones no generarán desabastecimiento, sino que tomará mayor tiempo para que lleguen las mercancías y el precio será mayor.
